La Sala Primera del Tribunal Supremo,
ha dictado una sentencia de fecha 3 de junio (recurso número 1212/2012 y
ponente señor Orduña Moreno), incluyendo dentro de las causas de desheredación
el maltrato psicológico y considerando válida la cláusula de un testamento por
la que un padre desheredaba a sus hijos por maltrato psicológico.
En el litigio de autos, los demandantes
solicitaban que se declarase nula la cláusula del testamento de su padre en
virtud de la cual fueron desheredados.
La Sala señala, en primer lugar, que si bien
las causas de desheredación son únicamente las que expresamente señala la ley
(art. 848 CC), ello no significa que la interpretación o valoración de la
concreta causa deba ser expresada con un criterio rígido o sumamente restrictivo.
Esto es lo que ocurre, dice, con los malos tratos o injurias graves de palabra
como causas justificadas de desheredación (art. 853.2 CC), que, de acuerdo con
su naturaleza, deben ser objeto de una interpretación flexible conforme a la
realidad social, al signo cultural y a los valores del momento en que se
producen.
En segundo lugar, señala que, en la
actualidad, el maltrato psicológico, como acción que determina un menoscabo o
lesión de la salud mental de la víctima, debe considerarse incluido en la expresión
o dinamismo conceptual que encierra el maltrato de obra. Esa inclusión, afirma,
sienta su fundamento en nuestro sistema de valores, principalmente, en la
dignidad de la persona como núcleo fundamental de los derechos constitucionales
(art. 10 CE) y su proyección en el marco del Derecho de familia como cauce de
reconocimiento de los derechos sucesorios, así como en el propio reconocimiento
de la figura en el campo de la legislación especial; caso, entre otros, de la
LO 1/2004, de medidas de protección integral contra la violencia de género.
Además, la inclusión viene reforzada por el criterio de conservación de los
actos y negocios jurídicos que la jurisprudencia tiene reconocido no solo como
canon interpretativo, sino también como principio general del derecho con una
clara proyección en el marco del Derecho de sucesiones en relación con el
principio de "favor testamenti".
En el presente caso, el Tribunal concluye que
los hijos incurrieron en un maltrato psíquico y reiterado contra su padre del
todo incompatible con los deberes elementales de respeto y consideración que se
derivan de la relación jurídica de filiación, con una conducta de menosprecio y
de abandono familiar que quedó evidenciada en los últimos siete años de vida
del causante en donde, ya enfermo, quedó bajo el amparo de su hermana, sin que
sus hijos se interesaran por él o tuvieran contacto alguno; situación que
cambió, tras su muerte, a los solos efectos de demandar sus derechos
hereditarios.
Fuente: http://noticias.juridicas.com/actual/4021-interpretacion-del-art-853-2-cc-el-maltrato-psicologico-como-justa-causa-de-desheredacion.html
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